Hablando con una correctora ortotipográfica y de estilo, salió el
tema de la tilde diacrítica.
Ella me dijo que prefería usar la recomendación de no usar tilde
en palabras como solo,
este etc.
A veces se nos hace raro no ver la tilde en esas palabras, incluso
sigue generando dudas, pero la RAE recomienda no usar la tilde diacrítica.
Mucho se ha hablado y escrito sobre este tema, pero leí una noticia,
publicada por el diario El
mundo, donde se hablaba
de que “la RAE reconoce su
derrota contra los acentos de “solo” y el demostrativo “este”.
Por su parte, Salvador Gutiérrez Ordóñez,
recuerda que era una recomendación.
¿Vosotros qué opináis?
¿Habéis adoptado a la hora de escribir, la recomendación de no usar la tilde?
A continuación os dejo lo
que decía y dice la RAE sobre la tilde diacrítica, todo ello extraído de la
RAE.
La RAE decía en su primera edición,
segunda tirada::
Se llama tilde diacrítica al acento gráfico que
permite distinguir palabras con idéntica forma, pero que pertenecen a
categorías gramaticales diferentes. En general, llevan tilde diacrítica las
formas tónicas (las que se pronuncian con acento prosódico o de intensidad) y
no la llevan las formas átonas (las que carecen de acento prosódico o de
intensidad dentro de la cadena hablada. Hay algunas excepciones, como es el
caso de los nombres de las letras te y de y los de las notas musicales mi y si, que, siendo palabras tónicas, no
llevan tilde (al igual que las respectivas formas átonas: la preposición de, el pronombre personal te, el adjetivo posesivo mi y la conjunción si); o la palabra más, que aunque tiende a pronunciarse átona
cuando se usa con valor de adición o suma (dos más dos son cuatro) se
escribe con tilde. En otras ocasiones, la tilde diacrítica tiene como función
evitar dobles sentidos (anfibologías), como en el caso de los demostrativos este, ese y aquel o de la palabra solo. Salvo en estos dos
últimos casos, la tilde diacrítica no distingue parejas de palabras de igual
forma y que siempre son tónicas; así, di es forma del verbo decir y del verbo dar; fue y fui, son formas del verbo ir y del verbo ser; vino es forma del verbo venir y un sustantivo, etc.
Demostrativos. Los demostrativos este, ese y aquel, con sus femeninos y plurales, pueden
ser pronombres (cuando ejercen funciones propias del sustantivo): Eligió este; Ese ganará; Quiero dos
de aquellas; o adjetivos
(cuando modifican al sustantivo): Esas
actitudes nos preocupan; El jarrón este siempre está estorbando. Sea cual
sea la función que desempeñen, los demostrativos siempre son tónicos y
pertenecen, por su forma, al grupo de palabras que deben escribirse sin tilde
según las reglas de acentuación: todos, salvo aquel, son palabras llanas terminadas en
vocal o en -s, y aquel es aguda acabada en -l . Por lo tanto, solo cuando en una
oración exista riesgo de ambigüedad porque el demostrativo pueda interpretarse
en una u otra de las funciones antes señaladas, el demostrativo llevará
obligatoriamente tilde en su uso pronominal. Así, en una oración como la del
ejemplo siguiente, únicamente la presencia o ausencia de la tilde en el
demostrativo permite interpretar correctamente el enunciado: ¿Por qué compraron aquéllos libros
usados? (aquéllos es el sujeto de la oración); ¿Por qué compraron aquellos libros
usados? (el sujeto de esta
oración no está expreso, y aquellos acompaña al sustantivo libros). Las formas neutras de
los demostrativos, es decir, las palabras esto,
eso y aquello, que solo pueden funcionar como
pronombres, se escriben siempre sin tilde: Eso
no es cierto; No entiendo esto.
Interrogativos y exclamativos. Las palabras adónde,
cómo, cuál, cuán, cuándo, cuánto, dónde, qué y quién, que tienen valor interrogativo o exclamativo,
son tónicas y llevan tilde diacrítica. Introducen enunciados directamente
interrogativos o exclamativos: ¿Adónde
vamos?; ¡Cómo te has puesto!; ¡Qué suerte ha tenido!; ¿De quién ha sido la
idea?; o bien oraciones
interrogativas o exclamativas indirectas: Pregúntales
dónde está el ayuntamiento; No tenían qué comer; Imagínate cómo habrá crecido
que no lo reconocí; Verá usted qué frío hace fuera. Además, pueden
funcionar como sustantivos: Se
propuso averiguar el cómo, el cuándo y el dónde de aquellos sucesos.
Estas mismas palabras son átonas —salvo cual, que es siempre tónico cuando va
precedido de artículo— cuando funcionan como relativos o como conjunciones y,
por consiguiente, se escriben sin tilde: El
lugar adonde vamos te gustará; Quien mal anda, mal acaba; El que lo sepa que lo
diga.
Sólo/solo. La palabra solo puede ser un adjetivo: No me gusta el café solo; Vive él
solo en esa gran mansión; o
un adverbio: Solo nos llovió
dos días; Contesta solo sí o no. Se trata de una palabra llana terminada en
vocal, por lo que, según las reglas generales de acentuación, no debe llevar
tilde. Ahora bien, cuando esta palabra pueda interpretarse en un mismo
enunciado como adverbio o como adjetivo, se utilizará obligatoriamente la tilde
en el uso adverbial para evitar ambigüedades: Estaré
solo un mes (al no llevar
tilde, solo se interpreta como adjetivo: ‘en
soledad, sin compañía’); Estaré
sólo un mes (al llevar tilde, sólo se interpreta como adverbio:
‘solamente, únicamente’); también puede deshacerse la ambigüedad sustituyendo
el adverbio solo por los sinónimos solamente o únicamente.
Aún/aun. Este adverbio oscila en su pronunciación entre el hiato [a - ún] y
el diptongo [aun], dependiendo de diferentes factores: su valor semántico, su
situación dentro del enunciado, la mayor o menor rapidez o énfasis con que se
emita, el origen geográfico del hablante, etc. Dado que no es posible
establecer una correspondencia unívoca entre los usos de esta palabra y sus
formas monosílaba (con diptongo) o bisílaba (con hiato), es preferible
considerarla un caso más de tilde diacrítica.
a) La palabra aún lleva tilde cuando puede sustituirse
por todavía (tanto con significado temporal como
con valor ponderativo o intensivo) sin alterar el sentido de la frase: Aún la espera; Este modelo tiene
aún más potencia; Tiene una biblioteca de más de cinco mil volúmenes y aún se
queja de tener pocos libros; Aún si se notara en los resultados..., pero no
creo que mejore; Ahora que he vuelto a ver la película, me parece aún más
genial.
b) Cuando se utiliza con el mismo significado que hasta, también, incluso (o siquiera, con la negación ni), se escribe sin tilde: Aprobaron todos, aun los que no
estudian nunca; Puedes quejarte y aun negarte a venir, pero al final iremos; Ni
aun de lejos se parece a su hermano. Cuando
la palabra aun tiene sentido concesivo, tanto en la
locución conjuntiva aun
cuando, como si va seguida de
un adverbio o de un gerundio, se escribe también sin tilde: Aun cuando no lo pidas[= aunque
no lo pidas], te lo darán; Me
esmeraré, pero aun así [=
aunque sea así], él no quedará
satisfecho; Me referiré, aun brevemente [=
aunque sea brevemente], a su
obra divulgativa; Aun conociendo [=
aunque conoce] sus
limitaciones, decidió intentarlo.
En la edición de la Ortografía
de la lengua española (2010), la RAE dice:
La palabra solo, tanto
cuando es adverbio y equivale a solamente (Solo llevaba un par de monedas
en el bolsillo) como cuando es adjetivo (No
me gusta estar solo), así como los demostrativos este, ese y aquel, con sus
femeninos y plurales, funcionen como pronombres (Este es
tonto; Quiero aquella) o como determinantes (aquellos tipos,
la chica esa), no deben llevar tilde según las reglas generales de
acentuación, bien por tratarse de palabras llanas terminadas en vocal o en -s, bien, en el caso de aquel, por ser
aguda y acabar en consonante distinta de n o s.
Aun así, las reglas ortográficas anteriores
prescribían el uso de tilde diacrítica en el adverbio solo y los pronombres demostrativos para
distinguirlos, respectivamente, del adjetivo solo y de los determinantes demostrativos,
cuando en un mismo enunciado eran posibles ambas interpretaciones y podían
producirse casos de ambigüedad, como en los ejemplos siguientes: Trabaja sólo los domingos [= ‘trabaja solamente los domingos’],
para evitar su confusión con Trabaja
solo los domingos [= ‘trabaja
sin compañía los domingos’]; o ¿Por
qué compraron aquéllos libros usados? (aquéllos es el sujeto de la oración),
frente a ¿Por qué compraron
aquellos libros usados? (el
sujeto de esta oración no está expreso y aquellos acompaña al sustantivo libros).
Sin embargo, ese empleo tradicional
de la tilde en el adverbio solo y los pronombres demostrativos no
cumple el requisito fundamental que justifica el uso de la tilde diacrítica,
que es el de oponer palabras tónicas o acentuadas a palabras átonas o
inacentuadas formalmente idénticas, ya que tanto solo como los demostrativos son siempre
palabras tónicas en cualquiera de sus funciones. Por eso, a partir de ahora se
podrá prescindir de la tilde en estas formas incluso en casos de ambigüedad. La
recomendación general es, pues, no tildar nunca estas palabras.
Las posibles ambigüedades pueden
resolverse casi siempre por el propio contexto comunicativo (lingüístico o
extralingüístico), en función del cual solo suele ser admisible una de las dos
opciones interpretativas. Los casos reales en los que se produce una ambigüedad
que el contexto comunicativo no es capaz de despejar son raros y rebuscados, y
siempre pueden evitarse por otros medios, como el empleo de sinónimos (solamente o únicamente, en el caso del adverbio solo), una puntuación adecuada,
la inclusión de algún elemento que impida el doble sentido o un cambio en el
orden de palabras que fuerce una única interpretación.
Supresión de la tilde diacrítica en la conjunción disyuntiva o escrita entre cifras:
Hasta ahora se venía recomendando
escribir con tilde la conjunción disyuntiva o cuando
aparecía entre dos cifras, a fin de evitar que pudiera confundirse con el cero.
Este uso de la tilde diacrítica no está justificado desde el punto de vista
prosódico, puesto que la conjunción o es átona
(se pronuncia sin acento) y tampoco se justifica desde el punto de vista
gráfico, ya que tanto en la escritura mecánica como en la manual los espacios
en blanco a ambos lados de la conjunción y su diferente forma y menor altura
que el cero evitan suficientemente que ambos signos puedan confundirse (1
o 2, frente a 102). Por lo tanto, a partir de este momento, la conjunción o se
escribirá siempre sin tilde, como corresponde a su condición de palabra
monosílaba átona, con independencia de que aparezca entre palabras, cifras o
signos: ¿Quieres
té o café?; Terminaré
dentro de 3 o 4 días; Escriba los signos + o – en la casilla
correspondiente.
(Imagen tomada de la red)