7 de octubre de 2023

Julien Gracq: En el castillo de Argol


El castillo se alzaba en la extremidad de un espolón rocoso. Espesas masas de helechos de la altura de un hombre bordeaban el sendero. Cuando el joven Albert, último vástago de una familia noble y rica, rebasó la puerta, ya el destino había dispuesto el juego perverso que culminaría en un triángulo sobrecogedor. Pronto, un mensaje le anuncia la llegada de su amigo Herminien, ángel negro y fraterno, y de Heide, mujer de belleza radiante, a la vez que infernal y divina.

Es ésta novela gótica que representa las conversaciones del género y las trasciende. El mito de la Caída, la doble naturaleza de cualquier salvador —«la mano que inflige la herida es también la mano que cura»— están presentes en una historia que el autor quiere versión demoníaca —y por ello nos avisa, perfectamente autorizada— de Parsifal. Escrita con una sintaxis milagrosa, se diría que bajo cada página, como bajo el rostro de Heidre, pasa «la luz constantemente arrastrada por invisibles y traslúcidos bajeles».

(Sinopsis de la editorial Siruela)


«Se trata de una novela excelente, típico ejemplo del fantastique francés, en el que el terror ya es solo el eco de un eco y se transforma en esteticismo puro. La novela no pretende dar miedo, sino crear un clima poético. No aparecen fantasmas, cámaras secretas ni cadáveres. Pero el autor, en el prólogo, hace una interesante confesión: “Ojalá se consigan movilizar aquí las poderosas maravillas de Los misterios de Udolpho, del Castillo de Otranto y de La casa Usher para comunicar a estas débiles sílabas un poco del hechizo que conservan sus cadenas, sus fantasmas y sus sepulcros.” Y, en efecto, cadenas, fantasmas y sepulcros flotan invisibles en el ambiente del Castillo de Argol, el cual se erige protagonista de la novela, vuelve borrosa la identidad de sus personajes humanos y hace olvidar la anécdota. Al cabo de los años, de esta novela solo queda el recuerdo de una tristeza desoladora, del dulce tedio romántico d las grises piedras del castillo. Y Argol, onírico, se sitúa junto a Udolho, se confunde con Udolpho, en esta región del país de los Sueños donde se alzan castillos imposibles.»

Rafael Llopis, Historia natural de los cuentos de miedo (Ediciones y Talleres de Escritura Fuentetaja)

 

Autor: Julien Gracq
Nº de páginas: 120 págs.
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Siruela
ISBN: 9788478446537


26 de septiembre de 2023

El vuelo de la cometa

                                              -Imagen Brooke Shaden-


Bajo el cielo
tormentoso
de septiembre,
contemplo el vuelo
de una cometa.
Un deseo
escapa
y se prende
en uno de sus lazos.
 
La niña corre,
ríe, salta
y hace girar
y girar
la cometa,
sin saber
que el deseo
se desprende
y, como un cohete,
pone rumbo
al infinito espacio oscuro
donde se gestan
los sueños y los deseos.
 
Verónica Calvo

18 de septiembre de 2023

Llueve

                                                    -Imagen tomada de la red-


La fragancia de la lluvia.
El cielo gris
resalta el verdor del árbol.
 
Todo es silencio.
 
Todo está en calma.
 
Se quiere detener el tiempo.
Que no vuelva la otra vida
con sus vacíos.
Con la soledad y la añoranza.
 
Pero ahora llueve sin melancolía.
No hay temor a lo que ha de venir,
ni sensación de permanencia.
 
Solo hay lluvia.
 
Y el verdor del árbol.


-Verónica Calvo-

11 de septiembre de 2023

Pensar(te)

-Imagen Anka Zhuravleva-


En el silencio,
pienso en ti.
Hay un espacio en el aire.
Que todo lo cubre.
Que todo lo abarca.
 
(Y te pienso).
 
El silencio reaviva este pensar
y pensarte.
Existe una luz diferente.
Rasga lo oscuro tu risa.


El tacto.
           El silencio.
 
Y te pienso.
Y te pienso.
 
(Y te pienso).
 
Verónica Calvo

30 de agosto de 2023

Ida Vitale: Mariposa, poema

 -Imagen: Prensa Latina-

 

En el aire estaba
impreciso, tenue, el poema.
Imprecisa también
llegó la mariposa nocturna,
ni hermosa ni agorera,
a perderse entre biombos de papeles.
La deshilada, débil cinta de palabras
se disipó con ella.
¿Volverán ambas?
Quizás, en un momento de la noche,
cuando ya no quiera escribir
algo más agorero acaso
que esa escondida mariposa
que evita la luz,
                                 como las Dichas.


Ida Vitale

(Del poemario De procura de lo imposible)