-Imagen Brooke Shaden-
9 de noviembre de 2020
Naufragio
Ayer, otro pájaro malherido
31 de octubre de 2020
Rosalía de Castro: Lágrima triste en mi dolor vertida
-Imagen
William Adolphe Bouguereau-
Lágrima
triste en mi dolor vertida,
perla del corazón que entre tormentas
fue en largas horas de pesar nacida,
en fúnebre memoria convertida
la flor será que a tu corona enlace;
las horas de la vida turbulentas
ajan las flores y el laurel marchitan;
pero lágrimas, ¡ay!, que el alma esconde,
llanto de duelo que el dolor fecunda,
si el triste hueco de una tumba anega
y sus húmedos hálitos inunda,
ni el sol de fuego que en Oriente nace
seco su manantial a dejar llega
ni en sutiles vapores le deshace,
¡y es manantial fecundo el llanto mío
para verter sobre un sepulcro amado
de mil recuerdos caudaloso río!
22 de octubre de 2020
8 de octubre de 2020
Quiero
-Imagen
tomada de la red-
Quiero
tu mirada,
aquello
que ocultas
y
te hace entre la sombra.
Quiero
campar por el campo
de
tu escarcha.
Dame
el canto de tu fuente;
déjame
que en él duerma,
aunque
la hiedra me devore.
Quiero
esa mirada tuya,
la
que es derrota y victoria.
Quiero
transitar tus primaveras,
en la espera de este invierno,
que
llegará, llenándolo todo.
Déjame
tendida al sol
mientras
me miras desaparecer,
en
el murmullo de tu fuente.
Dame
todo
aunque
nada quiera.
Y
aunque nada quiera,
sabes
que de ti, lo quiero todo.
-Verónica
Calvo-
aquello que ocultas
y te hace entre la sombra.
Quiero campar por el campo
de tu escarcha.
Dame el canto de tu fuente;
déjame que en él duerma,
aunque la hiedra me devore.
la que es derrota y victoria.
Quiero transitar tus primaveras,
en la espera de este invierno,
que llegará, llenándolo todo.
Déjame tendida al sol
mientras me miras desaparecer,
en el murmullo de tu fuente.
aunque nada quiera.
sabes que de ti, lo quiero todo.
2 de octubre de 2020
Lluvia en el cristal
-Imagen tomada de la red-
Al
silencio roto
por
la lluvia contra los cristales,
lo
llamábamos felicidad.
Jamás
nos sentíamos solos.
En
nuestra orilla,
el
sol nunca se velaba por la bruma.
Leíamos
poemas de Ginsberg
y
dejábamos que el mundo orbitara a su manera.
Hubo
una tormenta.
Una
huida hacia delante.
Quedó
el tiempo como un destiempo prematuro.
Ahora
solo hay ruido.
Y
nubes que corren por el cielo.
Silencios
que son vacíos,
porque
desde que te fuiste,
la
lluvia contra el cristal,
se
llama añoranza.
-Verónica
Calvo-
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