28 de enero de 2017

A la espera


Sal sobre mi cuerpo
y una estrella enredada en mi pelo.
Duermen hipocampos entre mis manos.
Les acuno, les canto y les sonrío.
Me eclipso entre sus sueños,
a la espera de una ola,
que borre las mañanas del pasado,
y deshaga los pesares que atesoro
en estas noches que no acaban.

-Verónica Calvo-


24 de enero de 2017

Japonismo


-Imagen: Tierra de Letras-

La historia de la poesía japonesa contiene diferentes figuras poéticas. No es la intención de este poemario presentarlas y detallarlas todas.

Japonismo establece el tanka como eje principal de esta obra debido a que en su estructura encontramos la figura, bien del haiku, o del senryu. Conoceremos la complejidad de su creación, las unidades fonéticas que lo regulan, así como los secretos de su temática y la sutilidad de sus mensajes.


Abre este libro
haikus tankas y senryus
cantan al alma

-Verónica Calvo-


Más información en Tierra de Letras

20 de enero de 2017

Brisa

-Imagen: María José Hidalgo-
Lleva en tu velo
dos deseos y un secreto.
Cúbrelos de noche
y perfúmalos con menta.
Que nadie sepa del enigma
que se oculta en este juego.
Llévale mis besos
y susúrrale, al oído,
que le quiero.
Vuelve después a mi penumbra
y dame tu consuelo, enredado,
entre mis oscuros sueños.


-Verónica Calvo-

16 de enero de 2017

Memorándum




Lo insostenible en la materia.
Lo inabarcable.
Lo que nos hace y deshace.

La batalla oscura que se hace luz,
estandarte y victoria.
Justicia unida a tu fuerza.

Queda, en tu firmamento,
una estrella errante
y una media luna plateada.

-Verónica Calvo-

12 de enero de 2017

Sylvia Plath: Soy vertical


-Imagen: Albert Soloviev


Pero preferiría ser horizontal.
No soy un árbol con raíces en el suelo,
que sorba minerales y amor maternal,
para que al llegar marzo sus hojas resplandezcan;
ni encarno la belleza de un jardín,
que atraiga exclamaciones y mueva a que lo pinten,
sin saber que muy pronto sus pétalos caerán.
Comparado conmigo, es inmortal el árbol.
Y una corola, no muy alta, pero más sorprendente,
y de uno anhelo la longevidad, y de la otra la audacia.

Esta noche, a la luz infinitesimal de las estrellas,
las flores y los árboles han estado esparciendo su refrescante aroma.
Yo camino entre ellos, pero ninguno se da cuenta.
A veces pienso en eso cuando duermo,
tengo que parecérmeles lo más posible:
pensamientos que se han ido empañando.
Yo, que estoy acostada, lo siento como algo natural.
Así es que el cielo y yo tenemos nuestras charlas,
y he de ser útil cuando yazca al fin:
por una vez, entonces, me tocarán los árboles, y tendrán tiempo para mí las flores.