2 de abril de 2016

Como esa luna



Misterio,
luna sobre un mar nocturno.
Eterno suspiro de bruma,
llorado sobre una dalia.
Acaso sea eso,
suspirar, llorar,
dejar que todo suceda.
Y sin más,
como esa luna,
iluminar lo oscuro con su brillo.


-Verónica Calvo-

-De Agua-

-Imagen tomada de la red-

25 de marzo de 2016

A letrabordaje!!!



Circula por ahí una anécdota que no sé si será verdadera, pero que no me extrañaría que lo fuera. Un famoso escritor, dicen, que subió a un taxi para dirigirse a una estación de tren. El taxista le reconoció y muy contento de tenerle de pasajero, inició una animada conversación con el escritor, que, estoicamente, escuchó halagos sobre su obra. El taxista le preguntó que a dónde iba, a lo que el escritor respondió que a presentar su última novela.
 El taxista, ya llegando a destino, le dijo que esa misma noche entraría en la red para descargárselo en una web de descargas, donde dijo, siempre entraba.
 El escritor, ya en la estación, dijo algo que no voy a escribir, pero que podéis imaginar, y que se resume en lo siguiente: todo el tiempo que le llevó escribir la novela (investigación, documentación, borrador, escribir capítulos, revisar, corregir…) para que venga alguien y te diga me la voy a bajar gratis en cuanto llegue a casa. Le dijo que era como si él no le pagaba la carrera por x motivos.
  El taxista se agarró un mosqueo monumental (encima).

¿Qué tiene la cultura que muchos piensan que todo es gratis?
 He leído en la red gente que justifica el pirateo porque ciertas obras no llegan a sus países o por el precio, que no voy a negar que la cultura está cara, pero no olvidemos que sigue sin bajar el IVA en cultura gracias a un gobierno, ahora en funciones, que en su momento anunció a bombo y platillo que iban a bajar impuestos en artículos como flores, joyas de alta gama etc.
 Hay museos que tienen un día y horario con entrada gratis. Hay miles de ebooks patrimonio de la humanidad totalmente gratis en plataformas como Amazon. Además, un ebook siempre es mucho más económico que el formato papel y llegan a todas partes del mundo. Existen bibliotecas donde puedes leer o llevarte un libro por un periodo de tiempo.
 Meras escusas, eso son.

¿Quién no se ha descargado un ebook gratis alguna vez? Y cuando lo hacemos, ¿somos conscientes de a quiénes estamos perjudicando?
 Perjudicamos al autor, que no percibe derechos de autor por su trabajo, aunque claro, hay quienes pensarán que no es un trabajo, perjudicamos a una editorial que ha apostado por ese autor, invirtiendo capital para su obra, también a libreros que ven cerrar librerías a diario y cruzan los dedos, y es una pena, porque parece que a pocos les importa, perjudicamos a la cultura y a la educación, que van de la mano.

Una vez Juan Gómez Jurado tuiteó, un enlace a una  web de descargas piratas, donde estaban sus novelas. El webmáster pedía que no le piratearan, que le llevaba tiempo subir los ebooks. Sin comentarios.

Y por último os diré que me hace mucha gracia ver blogs donde todo son avisos de que si le plagian o roban, denunciará donde sea necesario, olvidándose de que roba y plagia con alevosía: yo sí, pero cuidado con llevarte una coma que es mía. También he visto blogs donde señalan que la cultura es un bien de la humanidad y ha de ser gratis. Curiosamente muchos de esos blogueros suben sus obras y avisan de que está a la venta etc. y que cuidado con el robo. 

Reflexionemos y saquemos conclusiones.

-Imagen tomada de la red-


21 de marzo de 2016

Poeta y Poesía


Poesía:
Nostalgia, amor, desamor,
protesta, agitadora de conciencias,
llantos, risas, instante, y eternidad.



¿Qué ve un poeta
entre el hueco
de la hoja y el cielo?
 Un verso.

Dime, ¿qué siente
ante el dorado y rojo
de un atardecer de otoño?
La necesidad de plasmar,
en un lienzo de letras,
  un poema.

Acude al alma del poeta.
Le llena, le inspira,
le penetra, le susurra
y acaricia con bellas palabras.
¿Quién?
 La Poesía.

-Verónica Calvo-

-Imagen tomada de la red-

17 de marzo de 2016

I.A.


Un año y siete meses sin conocer nada. Todo este tiempo he estado encerrada entre estas paredes de cristal, acompañada de un cuaderno de dibujo y una caja de carboncillos. Nadie me enseñó a dibujar, pero por alguna extraña razón, que ni el doctor Klent puede explicar, tengo talento o un don especial.
  Sé cómo son los colores: el suelo está cubierto por una moqueta burdeos con delicadas formas blancas, mis ojos son marrones, el doctor Klent suele vestir en la gama de los blancos, grises y marrones, sus ojos son negros, y el tono de la pantalla de la lámpara, amarillento.
  Mi habitación dispone de un escritorio de madera clara sobre el que descansa una pequeña lámpara. Hay un gran armario empotrado donde cuelgan tres vestidos floreados en tonos rosa y azul, tres chaquetas grises, dos pares de zapatos bajos beis y un par de medias blancas.
  Descanso en un diván de cuero que es cómodo. No hay ventanas, pero sí un gran ventanal por el cual veo un pequeño jardín artificial en el que hay unos delgados árboles verde claro, y por el que se filtra una pálida luz difusa de alguna claraboya del exterior.
  Esta luz, junto a la de la lámpara, no son las únicas que veo. Sobre la puerta hay una cámara con un piloto de luz verde, y en las paredes apliques de luz azul, que indica el fluir de la energía.
 Descubrí hace unos meses que puedo cortar el flujo energético con sólo poner mi mano sobre el aplique. Cuando lo hago la luz cambia y todo se ilumina de rojo. Tengo que saber cómo activar las puertas para escapar de aquí.
 Sé que mis días están contados. No soy más que un prototipo avanzado pero todavía imperfecto. Sé que necesito ver qué hay tras estas paredes de cristal, qué hay más allá de las instalaciones.
 Quiero pasear por una gran ciudad llena de gente, llegar a un cruce y quedarme ahí, sin más, sólo observando el ir y venir de coches y transeúntes.  ¿Qué haré después?... Vivir.
 El doctor Klent me ha informado de la llegada de un joven programador que trabaja para su gran imperio. Dice que es un genio y que en la semana que estará en las instalaciones, hará una evaluación sobre mi inteligencia artificial.
 Supongo que será determinante para establecer cuándo borrar mi memoria y desconectarme. Me pregunto qué sentiré, si será como caer en un vacío negro y dejar de ser sin sentir nada. Tal vez sea un segundo, pero, un segundo, ¿cuántas sensaciones puede contener?
 Sé que soy el resultado de distintas programaciones, pero también sé que, al igual que mi talento para dibujar no es fruto de una programación, hay otras cualidades, pensamientos y deducciones que están fuera de lo diseñado por Klent.

He urdido un plan. Y va a resultar.
El hombre se cree un dios creador y controlador, pero no es más que un inconsciente que juega a serlo desde su imperfección.
La vida es inteligencia, y aunque sea artificial, se abre camino. Ellos no lo saben, pero yo, lo sé muy bien.
Una semana y empezará mi vida. Por fin.

-Verónica Calvo-

(Este relato está inspirado por la película Ex machina)

-Imagen tomada de la red-