Ocaso,
donde los deseos
sueñan en brazos del aire
que trae el roce de tu alma,
despierta, tras los años de letargo.
Donde suspiro entre líneas
de un poema donde te atrapo.
Rincones de penumbras
hablan de antiguas vidas,
llenas de tendencias y evasivas.
Coherente luz, dame una flor
del jardín de mis ausentes,
y deja que susurre
delirios de amor
en mis oídos.
Su aroma, el tuyo, el mío,
envuelve el tacto de seda
de esta piel que te suspira.
(Del poemario © “Penumbras”)