-Imagen tomada de la red-
Al
silencio roto
por
la lluvia contra los cristales,
lo
llamábamos felicidad.
Jamás
nos sentíamos solos.
En
nuestra orilla,
el
sol nunca se velaba por la bruma.
Leíamos
poemas de Ginsberg
y
dejábamos que el mundo orbitara a su manera.
Hubo
una tormenta.
Una
huida hacia delante.
Quedó
el tiempo como un destiempo prematuro.
Ahora
solo hay ruido.
Y
nubes que corren por el cielo.
Silencios
que son vacíos,
porque
desde que te fuiste,
la
lluvia contra el cristal,
se
llama añoranza.
-Verónica
Calvo-
50 comentarios:
Las tormentas retumban en los cristales y dejan vibrando los recuerdos,las gotas y el vaho del desaliento.
¡Ay, la añoranza!
Bss
De barro y luz... y que lo digas :)
Bss.
Esas añoranzas suelen ser dolorosas, muchas veces...
Un abrazo y feliz fin de semana.
Rafael, cualquier añoranza lo es. Deja ese poso de dolor, por mínimo que sea.
Buen fin de semana. Disfruta todo lo que puedas.
Abrazo.
Es impresionante y bello, cómo la lluvia recoge nuestros sentimientos y los canta en la ventana, Verónica. La naturaleza siempre nos acompaña y nos alienta en momentos difíciles. La nostalgia, a veces, acaricia la ausencia y la hace más llevadera.
Mi gratitud y mi abrazo por compartir tu inspiración, amiga.
Querida María Jesús, la naturaleza siempre es buena consejera. Yo no puedo prescindir de ella.
Para mi la nostalgia siempre deja un poso de dolor, por mucho que "reviva" lo bueno. Será que no sé sobrellevarla.
Como siempre, agradecida por tu presencia y comentario.
Abrazo enorme.
Con estos poemas me dejas mudo.
Y triste.
Sólo te abrazaría.
Toro Salvaje, se agradece :)
Bss.
Tu poema es pura nostalgia y el dolor ya se ve. Incluso antes de leerte ese comentario donde dices que no sabes sobrellevarla. Pero es normal. Sabemos perfectamente que los recuerdos nunca estarán a la altura del momento del que sólo son reflejo. Aunque siempre me sorprende que consigas momentos tan bellos brotando de algo negativo. Un abrazo
Sergio, al menos a mi me pasa.
Siempre se me queda el gusto algo amargo por los que ya no vuelven, al recordar(les).
Y eso que es inevitable no pensarles.
Como siempre, agradecida por tus palabras.
Abrazo.
Es precioso cómo describes la felicidad de cómo, siendo dos, se vivía la vida. Esas gotas repicando en los cristales, la luz perenne del sol, las lecturas de poemas… y de repente, ese golpe del tiempo, convierte la vida en una triste ausencia, en una fría añoranza que nos rasga el corazón.
Un poema precioso, Verónica, a pesar de la tristeza que encierra.
Un beso
Lo que queda en el corazón
nunca se olvida.
Un abrazo muy grande
Ohh cuánta belleza!
Adoro la lluvia,y siento al leerte que puede ser una maravilla al poder recordar esos momentos sagrados en los que la lluvia solo aumentaba el placer...
o a veces, la lluvia se convierte en la llave que abre la nostalgia,la tristeza o el recuerdo.
Tiene ese maravilloso poder... de descubrirnos las distintas percepciones de una misma cosa.
Un placer como siempre regodearme en tus versos!
beso geande!
Carmela, muchas gracias.
Queda el poema, que muchas veces es el vehículo de la persistencia.
Besos.
Querida Marisa, así es.
Y ahí queda inalterado.
Besos.
lunaroja, y bien que sabes de ello. La lluvia suele acompañar, con calma, los recuerdos.
Siempre agradecida por tus palabras.
Besazo, A.
Es muy hermoso lo que escribiste,
la nostalgia siempre nos deja
algo muy especial dentro que
no se borra, un gusto visitarte.
Besitos dulces
Siby
Siby, la nostalgia para la poesía :)
Besos.
cuando las ventanas , lagrimean
besos
Siempre he pensado que con lluvia se escribe mejor.
Un saludo.
Profe, todo un mundo.
Besos.
Né, el sonido del agua conecta con las emociones.
Saludos.
Precioso y nostálgico poema, abrazos.
La lluvia nos remueve interiormente, tiene un punto melancólico, de añoranza...
Tu poema refleja todos esos sentimientos mezclados de vacío, tristeza y nostalgias, como el repiqueteo de la lluvia en la ventana... precioso poema, Verónica.
Abrazo
entrañables versos , cristales que llegan al alma precioso, un saludo cariñoso desde mi Brillo del mar
Patricia, me alegra que te guste este poema.
Abrazos.
Milena, la lluvia también es como dices. Cuando la escuchas, es cierto que te interioriza.
Me alegra que te haya gustado.
Abrazo.
Beatriz, gracias por tu tiempo en leer y comentar.
Pasaré a leerte.
Abrazo.
(…)
Sí, sí
eso es lo que
yo deseaba
lo que siempre deseé,
siempre deseé
regresar
al cuerpo
donde nací.
Un beso.
Que hermoso Verónica, que ternura en esa añoranza que se aloja en lo mas profundo y bondadoso del corazón.
Abrazos amiga, no dejes de cuidarte y sonreir.
Pitt, poeta.
Besos.
Jorge, muchas gracias por tu comentario.
Cuídate también y disfruta todo lo que puedas.
Abrazo.
Me gusta leer tus añoranzas, llenas de esencia que inundan recuerdos...
Un cálido abrazo Veronica.
Julieta, muchas gracias.
Contenta :)
Abrazo inmenso.
Silencios que son vacíos,
porque desde que te fuiste,
la lluvia contra el cristal,
se llama añoranza.
Wow! lo he leído como cuatro veces.
Precioso.
Besos Verónica.
Cuánto puede una imagen, quedarse ahí, para recordarnos una felicidad. Un abrazo. Carlos
Laura, me alegra que te haya gustado el cierre del poema :9
Besos.
Carlos, así es. Y de ahí, a la nostalgia, un paso.
Abrazo.
Bello y nostálgico...como la lluvia.
Me encantó, te dejo un fuerte abrazo Verónica, buen comienzo de Octubre.
A chuva torna tudo mais triste!
E é nas horas tristes que saudade é mais forte...por vezes também chove em nosso olhar...
Um abrazo!
A.S.
Adriana, lluvia de nostalgia en el poema.
Me alegra que te haya gustado.
Buen octubre. Ojalá nos traiga un respiro y esperanza.
Abrazo.
A.S., qué palabra tan bella es saudade... Es una palabra que define esa nostalgia y tristeza, que van más allá del sentimiento.
Abrazo.
es un poema muy interesante y me gusta mucho Ginsberg. un abrazo, Verónica.
Bienvenido, Ulisses.
Me alegra que encuentres interesante el poema.
Gran poeta Ginsberg. Me gusta mucho también.
Abrazo.
Tus versos repiquetean como la lluvia en mi corazón, precioso poema, Verónica.
Añoro la lluvia.
Besossssss
Maite, agradecida.
También añoro la lluvia.
Lluvia, calma y silencio.
Besos.
¡Cómo cambia todo según nuestro estado de ánimo! Hasta la lluvia suave puede ser un tormento si nos trae dulces recuerdos ya lejanos.
Me encantó este poema de lluvias y nostalgias.
Joaquín, así es. La lluvia se vuelve una con nuestro ánimo.
Me alegra que te haya gustado este poema.
Abrazo.
Cuando me llegan al corazón, es como si estuvieran conmigo.
Por eso no suelo sentir esa nostalgia (a veces, sí). Como si estuvieran :)
Valoro tanto esos instantes. Siempre en el corazón.
Saudade es lo que transmite tu poema. Me gusta mucho.
Un beso, querida Verónica *** :)
Querida Rosa, hay ausencias que son saudades.
En el corazón, en los poemas, en un paisaje... Siempre, quedan.
Besos **
Publicar un comentario