2 de agosto de 2018

Que impere el silencio

Que impere el silencio
para que callen los agravios.
En este crepúsculo dorado
no ha de haber palabras.

Hay en la rompiente
un eco de agua,
un rumor que sosiega
y adormece el alma.

Ahora vendrá la luna
a acompañar a los silentes;
a todos los desesperanzados
que se apartan de los gritos
y aullidos soportados.

Que impere el silencio
en este día que acaba.

-Verónica Calvo-

28 comentarios:

lunaroja dijo...

Qué belleza!
necesito ese silencio, me hace revivir,me hace reconectar con lo esencial, lo interno.
Precioso Vero, un abrazo enorme!

Rafael dijo...

Es como un grito ahogado...
Un abrazo y feliz jueves.

lichazul dijo...

todos los imperios se trasforman en verdugos con el paso del tiempo,
a veces soportar en descampado el embate nos hace más fuertes y más independientes , puede que nos lleve la vida , pero dejaremos la simiente latente

besitos de sol verito
muchas gracias

Marian Ruiz dijo...

Que impere el silencio y que reincida. Que su eco nos devuelva más prudentes
y más sabios.

Gracias por traer palabras que lo vuelven dulce, poeta.

Pitt Tristán dijo...

Eres una poeta delicada, más aroma que olor, más flor que tallo.

Un beso, Vero.

Maite dijo...

Silencio... tan necesario.
Es un bellísimo poema. Me encanta.
Gracias, Verónica. Muchos besos

TORO SALVAJE dijo...

Gracias por compartir tus poemas.
Me alimentan.
En serio, muchas gracias.

Besos.

Rebeca Gonzalo dijo...

Está claro que a veces no sabemos valorar el momento de silencio como se merece. Me ha gustado mucho el poema, aunque el verso final, si me lo permites, me parece que rompe un poco con la rima del resto. Aun así, es un poema precioso y muy sugerente. Un abrazo.

Verónica Calvo dijo...

A veces el silencio es necesario por lo que dices, lunaroja.

Abrazo grande.

Verónica Calvo dijo...

Lo es, Rafael.
Cuando se necesita el silencio, los gritos callados aparecen.

Abrazo y buen finde.

Verónica Calvo dijo...

Así es, Elisa.
Todo acaba haciéndonos fuertes y hasta independientes, de cualquier parcela.
A veces te dejas a vida, sí.

Besos de sol para ti también.

Verónica Calvo dijo...

Sea, Marian.
Me alegra verte.
Gracias a ti, siempre.

Un abrazo grande.

Verónica Calvo dijo...

Gracias por tus palabras, Pitt, animan el día.

Besos.

Verónica Calvo dijo...

Gracias a ti, Maite, por tu presencia, siempre.

Besos.

Verónica Calvo dijo...

Pues si te alimentan, me alegra entonces escribirlos.
Gracias a ti siempre, Toro Salvaje.

Bss.

Verónica Calvo dijo...

Claro que te lo permito, Sechat, así se sigue aprendiendo.
El final es algo brusco, sí.

Abrazo.

Luján Fraix dijo...

Qué bello y sutil como todo tu arte.
El silencio es bálsamo pero puede ser grito también.
Un beso querida amiga.

Verónica Calvo dijo...

Cierto, Luján, incluso puede ser agobiante.
Gracias por tus palabras.

Besos.

marisa dijo...

Cuando el silencio habla
que se calle todo
lo que no se quiere oir.

Precioso poema.
Besos

Sandra Figueroa dijo...

Bello poema....bello tu sentir....saludos

Verónica Calvo dijo...

Lo que no se quiere oír, qué verdad, mi querida Marisa.
A veces no es el momento de escuchar. Todo tiene su tiempo.
Gracias por pasar por este poema.

Besos.

Verónica Calvo dijo...

Agradecida, Sandra.

Saludos.

Mª Jesús Muñoz dijo...

El silencio y el ruido del agua renuevan y reconfortan, sin duda alguna...Todos necesitamos un largo baño de silencio para empezar de nuevo cada día, Verónica.
Mi felicitación y mi abrazo por tu inspiración.

Verónica Calvo dijo...

Así es, querida María Jesús. Hay silencios nos fortalece y sosiega.
El sonido del agua unido al silencio, además, reconstruye.

Gracias por tu presencia en este poema.
Abrazo enorme.

Patty dijo...

Muchas veces necesito esos silencios de los cuales escribes, los dices con mucha naturalidad :* Besos Verónica.

Verónica Calvo dijo...

El silencio es también necesario. Vivimos con demasiado ruido interno y externo.

Bedos, Patty.

Rosa dijo...

Delicadeza, me encanta.
Y el silencio lo necesito a diario. En verano, dispongo de más tiempo para poder disfrutarlo.
Es un poema bellísimo.

Un beso, querida amiga.

Verónica Calvo dijo...

Es necesario. Vivimos con mucho ruido interno y externo.

Gracias, querida Rosa. Besos.