14 de mayo de 2015

Patrick Modiano: Más allá del olvido


Sinopsis:

Un joven aspirante a escritor coincide con una pareja de paso en un París invernal. Él es adicto al juego y ella sueña con viajar a Mallorca. Los tres forman un vago triángulo amoroso, hasta la irrupción de un hombre misterioso llamado Cartaud.

Novela romántica, policiaca, de aventuras y road movie, Más allá del olvido es también la historia de una obsesión.
Una obra clave para descubrir o redescubrir a Patrick Modiano, Premio Nobel de Literatura.

«Y si la felicidad consistía en esa embriaguez pasajera que experimentaba aquella tarde, entonces, por primera vez en mi vida, era feliz.»


A través de 168 páginas nos adentramos en una historia contada en primera persona. El personaje es un hombre ya adulto que rememora una parte de su pasado. Lo hace de manera natural, casi con una tremenda distancia, como si aquello que recuerda no fuera importante. Pero sin duda lo fue y lo sigue siendo en su presente. Hay en su narración desencanto, incluso amargura, con el peso del que se sabe derrotado desde el principio.
   Modiano nos atrapa desde la primera página. Sin florituras, sin carga compleja de detalles. Ahí reside, en mi opinión, la maestría de este escritor: escribir con una aparente simpleza una gran obra llena de profundidad.
  Un gesto, un café de París punto de encuentro, la vestimenta inapropiada para el frío invierno, conversaciones breves en las que está todo dicho. Con estos simples apuntes sabemos, conocemos, nos implicamos en las circunstancias, soledad, sueños y vida de los personajes.
 Os recomiendo esta novela.

¿La habéis leído? ¿Qué os ha parecido? ¿Os llama la atención?


Editorial Alfaguara
Traducción: María Fasce
Publicación: 4-12-2014
Formato: 15X24
Rústica
168 páginas
ISBN 9788420400914
Precio: 16€


8 de mayo de 2015

Nuevo rumbo




No temas el vuelo de una hoja
ni buscar la esencia del ocaso,
luces y sombras que proyectan
retos de sueños enlazados.

Acaso temes tu propia suerte,
la opaca vertiente que te ofrece.
Es la oscuridad abrazada
a este momento que te retiene.

Clausura ventanas
de ayeres y primaveras.
¡Sal de este limbo!
Agradece con alivio.
A un nuevo rumbo te encaminas.

-Verónica Calvo-




3 de mayo de 2015

La espera es eterna




Qué eterna se hace la tarde
cuando no llegas.

Como Penélope tejo
y destejo estos versos...

y te añoro,
y te sueño allende estas tierras
donde tu ausencia me destierra.

Qué eterna la espera,
que no acaba,
llenándome de impaciencia.

-Verónica Calvo-

-Imagen tomada de la red-




28 de abril de 2015

Jacques Prèvert: Para Bárbara



Llovía sin cesar en Brest aquel día.    
Dichosa embelesada empapada
marchabas sonriente
Bajo la lluvia.

Acuérdate Bárbara.
Llovía sin cesar en Brest
y me crucé contigo en la calle de Siam.
Sonreías
y yo también sonreía.


Acuérdate Bárbara.
Tú a quién yo no conocía.
Tú que no me conocías.
Acuérdate.
Acuérdate, pese a todo, aquel día.
No lo olvides.


Un hombre se cobijaba en un portal
y gritó tu nombre,
Bárbara.
Y corriste hacia él bajo la lluvia
empapada, embelesada, dichosa,
y te echaste en sus brazos.


Acuérdate de eso Bárbara,
y no te ofendas si te tuteo.

Yo tuteo a todos los que amo
aunque los haya visto sólo una vez.
Tuteo a todos los que se aman
aunque no los conozca.


Acuérdate Bárbara.
No olvides.
Esa lluvia buena y feliz
sobre tu rostro feliz,
sobre esa ciudad feliz,
esa lluvia sobre el mar,
sobre el arsenal,
sobre el banco d'Ouessant.


Oh Bárbara,
menuda estupidez la guerra
qué has llegado a ser ahora
bajo esta lluvia de hierro,
de fuego, de acero, de sangre.
Y el hombre aquel que te estrechaba entre sus brazos
amorosamente
quizás ha muerto, o desaparecido, o vive todavía.


Oh Bárbara,
llueve sin cesar en Brest
como solía llover en otro tiempo.
Pero no es lo mismo y todo está estropeado.
Es lluvia desconsolada de duelo espantoso,
ni siquiera es ya tormenta
de hierro, de acero, de sangre.
Simplemente nubes


que revientan como perros.
Perros que desaparecen
en el remanso de Brest
y van a pudrirse lejos,
lejos, muy lejos de Brest,
donde ya no queda nada.


-Jacques Prèvert-

-De Paroles-

-Imagen tomada de la red-