-Imagen tomada de internet- |
Conmemórame,
como yo te celebro.
Dame el vino de los dioses
y sírvelo en el lecho.
Entrégame tu beso,
etéreo, casi al viento,
y llévame a lo eterno.
En el corazón,
la forma de los tiempos,
cincelan nuevos conceptos.
(Desvélame de velos,
invéntame
en el lienzo).
Celébrame,
como yo te conmemoro.
Me desnudo
en el parpadeo de tu ojo.
Soy memoria
en la sangre de las venas.
De esta vida, a cualquier plano.
En esta vida transitoria, de tu mano.
-Verónica Calvo-
(A M. C, que me sumergió en In ictu oculi de Juan Valdés
Leal y en Humano fragilidad, de Salvator Rosa, inspiradores de este
poema)