-Imagen Katia Chausheva-
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Ir a lo profundo
del bosque,
con un aullido
entre los dientes.
Ser el silencio,
la imperturbable paz
que reina entre la nieve.
Respirar este aire
con aroma de otro tiempo,
y enterrar tus recuerdos.
Ir allí,
donde sale el sol
por donde quiere.
Ver deslizar la sombra
en la ladera
cuando el día descuenta.
Liberar el aullido,
reverberar como un lucero
en el alba de la escarcha.
Ir, de nuevo,
a lo profundo del bosque,
y arrojar, en una sima,
todo aquello que ya no me pertenece.
-Verónica Calvo-