-Imagen Karol Bak-
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Si
su voz quedó amordazada,
¿quién
canta en la alborada?
Desviste
su cuerpo de lluvia
y
se hace un vestido de plumas.
Se
observa en el espejo
y
no reconoce la ceniza que refleja.
Sale
del enmarañado tiempo
y
siente el pulso de la vida.
Abre
un cofre y guarda
rostros
grises y palabras de navaja.
Al
crepúsculo arderá en la hoguera
todo
aquello que fue y que no necesita.
Llamas
y rescoldos serán adorno,
en
el crepitar de la noche,
llevando
humo a las estrellas.
Aspirará
el olor de la leña
mientras
sobrevuela el fuego
que
la asesina y renace en este ritual
de
la Noche de los Tiempos.
Y
se coronará con laurel
alzando
su rostro al cielo.
Y
después,
sobre
la ardiente tierra, nuevas huellas.
-Verónica Calvo-