15 de julio de 2016
11 de julio de 2016
Emily Brontë: Cumbres Borrascosas
-Imagen tomada de la red-
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Sinopsis
La poderosa y hosca figura del atormentado Heathcliff
domina" Cumbres Borrascosas”, novela apasionada y tempestuosa cuya
sensibilidad se adelantó a su tiempo. Los brumosos y sombríos páramos de
Yorkshire son el singular escenario donde se desarrolla con fuerza arrebatadora
esta historia de venganza y odio, de pasiones desatadas y amores desesperados
que van más allá de la muerte y que hacen de ella una de las obras más
singulares y atractivas de todos los tiempos.
«No obstante, ese viejo que está junto al fuego,
en la cocina, jura que, desde que murió Heathcliff, los ve a él y a Catherine
Earnshaw todas las noches de lluvia, siempre que mira por las ventanas de su
cuarto».
Nos encontramos ante la única novela que escribió
Emily Brontë y que es todo un clásico de la novela gótica victoriana.
La
historia arranca cuando Lockwood llega a Cumbres
Borrascosas para conocer a su casero, Heathcliff, que le ha alquilado su
villa La granja de los Tordos.
Lockwood encuentra un ambiente desagradable,
frío y hostil, tanto por parte de Heathcliff como por los demás habitantes de
la casa. Es por la señora Dean, ama de llaves, por quien conoce la historia de las familias
Linton y Earnshaw, estos últimos dueños de Cumbres Borrascosas y La granja de los Tordos.
Un día, el señor Earnshaw, encontró a un niño
abandonado al que llamó Heathcliff, y lo
llevó a la casa para criarle junto a sus hijos, Hindley, que lo odiaba y
humillaba, y Catherine, que enseguida congeniaron y que con el pasar de los
años, vivirían una intensa y trágica historia de amor.
Un día, deciden espiar por la ventana a sus
vecinos, los Linton. Catherine se hiere y es recogida por dicha familia pero
echan a Heathcliff como si de un apestado se tratase.
Años
más tarde, Catherine acepta matrimonio con Edgar Linton. Heathcliff escucha
escondido la confesión de su amante a la señora Dean: está enamorada de él pero socialmente no puede aceptarle pues este acto la rebajaría. Despechado y dolido
abandona la casa desapareciendo por tres años, tras los cuales, regresa
enriquecido por negocios algo turbios.
«Precisamente
los buenos son más egoístas que los dominante. Y aquella dicha tuvo su fin
cuando una de las partes advirtió que no era el objeto de los desvelos de la
otra».
Seduce
y se casa con Isabella, hermana de Edgar, para atormentar a su amada y castigar
al marido de esta por la humillación sufrida años atrás por su familia. Es un
matrimonio infeliz, pues pronto la inocente Isabella sufrirá el fuerte y
despótico carácter de su marido. Toda esta situación llevará a Catherine,
embarazada, a enfermar gravemente. Mientras tanto, Hindley, jugador y
alcohólico, se ve obligado a vender Cumbres
Borrascosas a Heathcliff, que además, se queda con el hijo que ha tenido con
su esposa, un niño llamado Hareton en el que vuelca toda la ira y resentimiento
que tiene a su padre.
Pero el deseo de venganza no está satisfecho
en Heathcliff, que ideará plan para quedarse, a la muerte de Edgar, La Granja
de los Tordos.
«El
mundo es para mí una espantosa colección de recuerdos
diciéndome
que ella vivió y que la he perdido».
Si
no habéis leído esta novela, os la recomiendo, aunque hay varias adaptaciones
de esta obra en el cine, el estilo narrativo de Brönte merece la pena ser conocido.
¿Habéis
leído Cumbres Borrascosas? ¿Qué opináis?
Autora:
Emily Brontë
Editorial:
Alianza
Número
de páginas: 416
ISBN:
9788420664934
Precio: 10,90€
6 de julio de 2016
Mujer perla
-Imagen: Catrin Wel Zstein-
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Dicen que la vieron,
a la hora del poniente,
de rodillas frente al mar.
Cuentan que silenciosa estaba,
que su nada se palpaba.
Dos sombras cruzaron la playa,
y en sus manos,
cuatro estrellas dejaron.
Ella las tomó, y en viento las convirtió.
Dicen que su cabello ondeó
y una determinación, la levantó.
Nunca supieron de su aflicción.
Dejó que la pleamar la inundara.
En perla se convirtió.
Sus penas y resacas como un manto
envolvieron el horizonte que miraba.
Y así, nácar y brillo, fue llevada al alba
por un vencejo que bajó del rojo cielo,
y más allá de la línea de la vida,
fue en calma depositada.
-Verónica Calvo-
(De Agua)
1 de julio de 2016
Óscar Hahn: Solitude
Mi soledad no está sola:
está conmigo
Me acompaña dondequiera
que voy: duerme en mi cama
come de mi mano: respira
el aire que respiro
Me habla con mi voz
camina como yo camino
siente lo que yo siento
Sólo una vez mi soledad
se alejó de mi lado
me abandonó: partió
Fue esa tarde que conocí
a la mujer de mi vida
Meses y meses sin mi soledad
noche tras noche con mi gran amor
ocupando el espacio
de mi desamparo
Hasta que un día todo terminó
como siempre terminan
los amores eternos:
en un abrir y cerrar de ojos
Y ahora
he regresado a mi casa
Mi soledad me recibe
con los brazos abiertos
no me dice nada
no me reprocha nada
me abraza me consuela
Llora conmigo
Me acompaña dondequiera
que voy: duerme en mi cama
come de mi mano: respira
el aire que respiro
Me habla con mi voz
camina como yo camino
siente lo que yo siento
Sólo una vez mi soledad
se alejó de mi lado
me abandonó: partió
Fue esa tarde que conocí
a la mujer de mi vida
Meses y meses sin mi soledad
noche tras noche con mi gran amor
ocupando el espacio
de mi desamparo
Hasta que un día todo terminó
como siempre terminan
los amores eternos:
en un abrir y cerrar de ojos
Y ahora
he regresado a mi casa
Mi soledad me recibe
con los brazos abiertos
no me dice nada
no me reprocha nada
me abraza me consuela
Llora conmigo
(De Los
espejos comunicantes)
Premio Loewe 2014
-Imagen tomada de la red-
26 de junio de 2016
Confesión de un corazón
-Imagen tomada de la red- |
El mundo me devuelve
la hermosura de tu imagen.
El rayo de sol
que juega en mis pestañas,
se me hace tus finos y largos dedos
acariciando con deleite mis mejillas.
En la hoja que flota en el estanque
veo el abandono de tu cuerpo sobre el
mío,
y la luna se me antoja tus ojos
grandes.
Todo mi mundo ha variado.
Las horas ya no existen,
la vida se reduce a un drama
cuando nos separamos;
intento no pensarte y te suspiro.
Busco tu aroma entre mis pliegues
y saboreo la tristeza que me parte.
Somos como aquel débil árbol
que lucha contra el viento.
Sabemos que la eternidad se diluye
y la mortal vida que tenemos
pasa entre sufrimientos.
Ironía de un destino,
pues la noche es nuestro nido
y en ella, encuentro,
la luz que se me niega durante el
día.
-Verónica Calvo-
(Fue publicado en este blog en 2009)
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