18 de diciembre de 2014
13 de diciembre de 2014
Museo Sorolla: visitas guiadas gratuitas
Con motivo de las vacaciones de Navidad, el Museo Sorolla ofrecerá
visitas guiadas gratuitas, en las que un educador realizará un recorrido por el
museo, utilizando material de apoyo y contestando a las preguntas de los
participantes.
Días 23, 26 y 30 de diciembre, a las 16:30 y a las 18:30.
No es necesario reservar.
Hasta completar aforo.
Museo Sorolla
C/ General Martínez Campos,
37
Madrid
Teléfono: 91 3101584
5 de diciembre de 2014
Acaso mañana
I
La nada oculta
en el silencio.
Mi piel frágil
no es hielo.
Son solo ecos
antiguos,
luces y sombras del
camino.
Un río recorre
mis venas
y dos
manantiales
empañan mis ojos.
Hoy dejé en el
aire un suspiro.
Denso, ahogado y
casi vacío
-paradoja, ironía del hastío.
Acaso mañana
vuelvan
aquellos fuegos
que purifican,
y con ellos, los
alegres cantos,
la compañía de
mujeres
que bailan en un
claro de luna.
Y mientras, aquí
espero.
Sentada al filo
de la noche,
me lleno de
desconsuelo.
II
Acaso mañana
el silencio sea
vida,
la piel deje de
ser fina,
y manantiales cristalinos
fundidos con el
río,
sean canto de
alegría.
Mañana,
los suspiros, vestirán
la luna con
azahar
-fragancia llena
de dicha.
Y llegarán los
círculos,
bailes y risas.
Tomadas de las
manos
girando frente a
la hoguera.
Acaso mañana…
mañana,
sentada al filo del
día,
la plenitud esté
instalada
en mi vida.
Verónica Calvo
-Imagen: Elena Dudina-
30 de noviembre de 2014
Cuando los bosques mueren
SINOPSIS
En los años ochenta y noventa del
siglo pasado se produce en el sur de la península ibérica una serie de
incendios forestales donde la mano del hombre se hace más que evidente. Un
empresario sin escrúpulos, unos amantes que sucumben al dinero fácil, una
relación paterno filial escabrosa, un encuentro muy especial con las
legislaciones de otros tiempos y un Cuerpo, el de la Guardia Civil, que quiere
poner las cosas en su sitio. Este es el caldo de cultivo donde se desenvuelve “Cuando
los bosques mueren”, la última novela de José Rodríguez Infante, que refleja de
manera impecable la distancia, a veces, insalvable, entre el mundo rural andaluz
y el urbano.
Título: Cuando los bosques mueren
Autor: José Rodríguez Infante
Editorial: Amarante
Año: 2013
Rústica, 15x21 cm
Páginas: 231
Precio: 16 €
ISBN: 978-84-941782-6-9
Ebook:
ISBN: 978-84-941782-2-1
Palabras: 76800 (aprox.)
Formato: ePub (sin DRM)
Precio: 3,99 €
Sobre el autor:
José Rodríguez Infante es conocido en el mundo de la blogsfera como Arruillo.
Su Blog personal es Arruillo, y también tiene un blog para su novela, llamado Cuando los bosques mueren.
Mi opinión
José
Rodríguez Infante nos introduce en esta historia de intereses creados y dinero
fácil con una prosa ágil, amena, concisa. No hay duda de que conoce bien el
tema del que trata su nueva novela.
Los personajes están muy bien trabajados.
Enseguida se hacen familiares y los conocemos muy bien.
El autor no pierde el eje de la narración,
uniendo las diferentes tramas de la novela, lo que hace que el ritmo no
decaiga.
Estas tramas no se hacen tediosas ni
farragosas, ni despistan al lector. Dan una perspectiva muy completa del tema
central de la novela, todo un englobe sobre lo que se mueve y cómo se mueve
cuando muere un bosque.
El único “pero” que le saco a esta novela,
es la sutileza con que el autor nos introduce en “las legislaciones de otros
tiempos”. Como no quiero hacer spoiler, diré que hay que estar atentos para
no caer en confusión, aunque se entiende perfectamente al final. En mi humilde
opinión, aquí el autor debería haber descrito “ese algo” que les lleva a ese
lugar.
Me ha gustado. Me ha entretenido. Y sobre
todo, me ha hecho reflexionar sobre el lucrativo negocio que se esconde tras la
muerte de tantos árboles cada año, y sus consecuencias.
Conociendo a José, comprometido con el medio
ambiente, no me extrañaría que este sea el motivo que le impulsó a escribir
esta novela.
Lo recomiendo.
¿La habéis leído? ¿Qué opináis? (sin
spoiler, por favor), ¿pensáis leerla?
25 de noviembre de 2014
25 de noviembre (2)
Una mujer,
arrastra su sombra
por la aventada calle.
Cubre su desdicha
con un velo de encaje.
Sus gritos,
manantial antiguo,
en silencio los inhibe.
Ya en su casa,
de puntillas recorre
cada estancia.
Quiere volar,
ser aire fresco,
escapar de las sombras,
y como un halo,
fundirse en el destello.
Con mano trémula
recorre el visillo,
-antaño blanco-
y mira,
escorada en una esquina,
el caminar de los
viandantes.
Silencio… Lúgubre
silencio.
Un latido se desborda.
Cae la tarde,
la aturde y debilita.
Una mujer,
escucha esos pasos
tan temidos.
Siente la violencia,
sacudidas e insultos.
Una vez más. Repetición,
costumbre y rutina.
Pero hoy, es diferente.
Inusual, brutal...
Pero hoy, es diferente.
Inusual, brutal...
Y solo piensa:
Ahora, le he perdido.
-Imagen: Albert Solóviev-
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