-Imagen
tomada de la red-
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Como
recién llegado al mundo,
a la estampida de raíces a la que llamamos vida,
aprenderás de nuevo el orden de los astros,
la laboriosa ciencia de ser en otros
otra vez solo, tú,
polizón de los días que aún te aguardan.
No esperes el asilo de los pájaros.
No aguardes el consuelo de la nieve.
Aquí, arrojado, aprendiz del oficio
de intemperie, comprenderás, tarde o temprano,
que no hay albergue en el corazón de un náufrago,
si no es para las olas.
-De Si descubres un incendio-