31 de diciembre de 2018

Gracias

Imagen Christian Martin Weiss-

Dejar ir el año, con sus luces y sombras.
Acoger los buenos momentos y a quienes nos tocan el corazón.
Atrás lo que no quiero, y por delante, el misterio.

Desde lo alto de mi atalaya: gracias por todo y nos vemos en 2019.


-Verónica Calvo-

26 de diciembre de 2018

Liberación


La melodía
del viento
entre las hojas del árbol.
La infinitud,
del cielo estrellado,
que contemplas,
desde la montaña.
El silencio…

Fundirte
entre las olas,
con la espuma de los días.
Revivir
en la lluvia, que nutre la aridez.
La sonrisa…

Ser en el claroscuro
donde bailas con tu esencia.
Respirar y exhalar
cada vivencia acumulada.
Saber decir adiós…

Y te sientes,
                  l i b e r a d a.



-Verónica Calvo-

22 de diciembre de 2018

Dámaso Alonso: Insomnio



Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres
                                                       (según las últimas estadísticas).
A veces en la noche yo me revuelvo y me incorporo
en este nicho en el que hace 45 años que me pudro,
y paso largas horas oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros,
o fluir blandamente la luz de la luna.
Y paso largas horas gimiendo como el huracán,
ladrando como un perro enfurecido,
fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.
Y paso largas horas preguntándole a Dios,
preguntándole por qué se pudre lentamente mi alma,
por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad
                                                                                             de Madrid,
por qué mil millones de cadáveres se pudren lentamente en el mundo.
Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?
¿Temes que se te sequen los grandes rosales del día,
las tristes azucenas letales de tus noches?


17 de diciembre de 2018

En aquel jardín

-Imagen Pinterest-

Volví al jardín
donde el tiempo
se detiene.
Quise revivir
cada momento perdido,
entre cicatrices y matices.

A la sombra alargada
de un manzano en flor,
consumí entre mis manos,
cada sonrisa tuya.
Eran tan escasas…

El agua de la fuente
me mecía, mientras
un suspiro, escapaba.
Dos lágrimas calientes
vertí en el silencio,
de aquel jardín,
cargado de nostalgia.


-Verónica Calvo-