18 de octubre de 2017

Saudade


es estar a solas,
muy sola,
con la soledad.

Es tener un clavo
en mitad del corazón
y sangrar eternamente.

Saudade

es sentir el invierno
anidado en las arterias.
Es respirar escarcha y niebla.

Es vislumbrar la muerte,
cerrar los ojos,
y dejar que suceda.


-Verónica Calvo-

14 de octubre de 2017

Japonismo: Haiku y reseña en Frontera esdrújula




La caracola
del mar sabe secretos
pero ella calla


-Verónica Calvo-



Podéis leer la primera reseña de Japonismo en Frontera esdrújula, por Marian Ruiz.
Gracias, Marian!!!

10 de octubre de 2017

La ventana


-Imagen tomada de la red-
Es de noche.
Lo confirma una mirada a la ventana.
Esta ventana me remite
al recuerdo gris plomo
de una porción de cielo
triangular y anodina.

-Anestesia. Un día y otro.
Un día y o t r o. Anestesia. –

Pero ahora es de noche
y esa ventana es amplia.
Aun así
esquiva los vencejos del estío
y evita que la luz, pose su presencia
dentro de este cuarto.
En la noche la ventana
duerme su extremo cansancio
mientras yo, en mi insomnio, la vigilo.

-Verónica Calvo-


6 de octubre de 2017

Almudena Guzmán: un poema

-Imagen Katia Chausheva-






Hasta entonces
nadie me había escuchado.

Todos venían a mí
con sacos y sacos
de palabras
y ahí me quedaba yo
y ahí me dejaban ellos
como un burro
al borde del precipicio,
deslomada por el peso ajeno
y sin poder aligerar
ni un solo gramo
de mis propias alforjas.

Ahora,
mientras hablan y hablan,
pienso en lo que me ha dicho
el príncipe rojo
y sonrío:

No los perdones
porque saben lo que hacen.



(De El príncipe rojo)

2 de octubre de 2017

Volví a algunos lugares

-Imagen tomada de la red-

Volví a nuestro cine
y me senté en la última fila,
bien centrada con la pantalla.
También a ti te gustaba el cine,
la última fila y la butaca centrada.

En la oscuridad de la sala
comencé a añorarte,
a sentirme muy sola y triste.
Miré la butaca vacía a mi derecha
e imagine tu presencia.
Extendí mi mano y acaricié allí
donde debía estar la tuya
y solo arañé el aire.

Bendita soledad de algunos cines
con sus extraños horarios,
que dejan intimidad para secar lágrimas.

La película no te habría terminado de gustar,
pero luego, en nuestro rincón del bar,
habríamos desgranado su estructura:
los planos, la luz, el vestuario,
la interpretación, el guion…
Concluiríamos, como siempre,
comentando nuestros puntos de vista
en cuanto a su mensaje.

Y salí de la sala a paso lento
por no importunar a mis fantasmas.
Pasé delante de nuestro bar
y supe, conteniendo la emoción,
que había ganado otra batalla
a esos lugares a los que, sin ti, no había vuelto.


-Verónica Calvo-